lunes, 8 de agosto de 2011

Acciones policiales que sobran



Pocos habrá hoy día en nuestro país que al escuchar o leer las nomenclaturas 15M o DRY no sepan a qué hacen referencia.
Estos movimientos de gente desencantada de la actual situación que atraviesa España a varios niveles, como el económico o el social, surgieron prácticamente de la nada, impulsados principalmente por medio de internet.
Aunque desde un principio los han querido agrupar de forma despectiva, principalmente desde medios afines a la derecha más recalcitrante, como los “perroflautas”, se trata de gentes provenientes de diversas clases y estratos, que han visto como los planes de futuro que habían realizado para ellos o sus allegados, se han venido cayendo cual castillo de naipes debido a un desarrollo económico y social muy deficiente.
Se han encontrado culpables dentro de ámbitos como el político y el económico, y aquel movimiento que comenzara su andadura allá por el mes de Mayo, por el que pocos daban un duro, se ha ido convirtiendo, por medio de la palabra y la acción pacífica, en un motor en el que muchos se apoyan para variar la actual situación de crisis.
Mientras que los poderes económicos y políticos pensaron que no durarían y que pronto se disiparía, y mientras que no vieran amenazado su estatus de control social, las masas que se manifestaban y que acampaban en las plazas principales de pueblos y ciudades, lo hacían con total normalidad, sin ser atacadas por las fuerzas de la autoridad.
Pero no iba a ser siempre así. El capitalismo ha usado, usa y usará la fuerza para controlar su enorme capacidad de poder sobre la sociedad y sus gentes. Era algo que  era previsible, que en cuanto se viera la amenaza del pueblo, sacarían a relucir su lado más agresivo para decir claramente que no van a soltar dicho poder de manera tan fácil.
La semana pasada ya se vio en Madrid el abuso de autoridad del que las fuerzas del estado hicieron uso.  Las porras se convirtieron en el mejor aliado de la policía para amedrentar al pueblo, haciendo creer que la violencia partió de la gente, sólo por el mero hecho de haber colgado un cartel en la fachada del Ministerio del Interior en el que se podía leer “Islandia es el camino”.
Durante esa misma carga policial, se coartó la libertad de prensa, al serle impedida su labor de informar al periodista Gorka Ramos, a quien además se le golpeó y se le detuvo.


Al día siguiente, fueron muchas las muestras de apoyo al movimiento 15M por toda la geografía española. En Málaga la gente se reunió en la plaza de la Constitución para mostrar su repulsa por las violentas acciones llevadas a cabo por las fuerzas del orden. Se terminó la concentración junto a una comisaria, en la que se realizaron diversos cánticos a favor del 15M  y contra toda agresión. Todo fue meridianamente pacífico.


     
No ocurrió lo mismo dos días después, el domingo por la tarde, cuando los manifestantes volvieron a sufrir en sus carnes la agresividad mostrada por las fuerzas del orden estatales (http://www.diariosur.es/20110808/local/malaga/indignados-malaga-critican-desalojo-201108081008.html). Esperemos que no se expandan las acciones violentas hacia el pueblo que se manifiesta libre y pacíficamente. No debemos olvidar que dichas fuerzas pertenecen al sistema público y que, más pronto que tarde y como sigan desarrollándose las políticas actuales, van a ver recortado su propio estado de bienestar.

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