No me resigno con la situación de sufrimiento que le están
haciendo a mi país. Es todo un drama.
Hace ya muchos años que hombres y mujeres luchamos en la
transición y contra el franquismo para que viniese a España la libertad y la
democracia; la ciudadanía dio los mejores años de su juventud y sus vidas para mejorar los salarios y la economía de la mayoría social en el ámbito
laboral en la búsqueda del pleno empleo.
Hoy, me siento estafado y engañado en mi propio país; todo
ha saltado por los aires. La mentira, la corrupción y las políticas del PP
están haciendo el resto.
Sepan los trabajadores y trabajadoras que el PP y el gran
capital vienen a por todas y todos con sus reformas laborales, sanitarias,
educativas y de pensiones; además, pretenden perpetrar el asalto a los
ayuntamientos con su reforma de la administración pública.
Los hechos objetivos demuestran que estas políticas están
dirigidas a la acumulación económica puesta en bandeja al gran capital,
desarrollándose, como contrapartida, un empobrecimiento de la mayoría de la sociedad
española y sus clases trabajadoras.
En el plano local, la escuela de IU ha sido siempre realizar
el trabajo político con decencia; hemos mamado la ética, la honradez, la
vergüenza y, por supuesto, la decencia política ante las instituciones
públicas.
Ello conlleva el tener la conciencia tranquila después de
haber denunciado los desmanes de la especulación urbanística que, por
desgracia, han sido una vergüenza y un atropello para los intereses generales
del pueblo de Nerja.
Con la caída de la burbuja urbanística, los resultados para
Nerja han sido desastrosos, con casi 700 expedientes municipales en materia de
infracciones urbanísticas, además del engaño moral.
Lo más grave de este asunto es que el alcalde de Nerja no le
da salida a estos expedientes de obras ilegales, esperando supuestamente a que
todos ellos prescriban, lo que conllevaría de igual manera unas pérdidas
económicas para las arcas municipales, además de una vulneración de las normas
municipales y urbanísticas en defensa de la protección de la legalidad.
Nerja, políticamente hablando, no está informada como
debiera, además de estar supuestamente asustada y preocupada con el PP y de
tener un exceso de dependencia hacia el Sr. Armijo, como si fuera el supremo salvador
porque organiza comidas en feria, así como contratar de manera caprichosa a los
nerjeños con filtros ideológicos.
En Nerja se ha creado la figura del político profesional,
con un salario que ronda los 70 mil euros anuales, que es casi lo que gana su
presidente, el Sr. Rajoy. ¡Es muy fuerte! Sin duda, económicamente no pierde el
tiempo.
Y con esos cientos de expedientes en el cajón, supuestamente
contrarios a los intereses generales del pueblo ¿cómo se atreve a refrendar,
apoyar y participar en la exposición urbanística sobre proyectos del Sr.
Pozuelo?
El silencio y el olvido en casos como el citado rompen las líneas
de la decencia política e ideológica y atentan de una manera muy seria contra
la credibilidad y las garantías democráticas de los cargos públicos, ya sean
alcaldes, diputados o concejales.
La mezcla de cemento y ladrillo, la hipocresía, la adulación
y el chaqueteo político-religioso, la falta de educación política y la carencia
de criterios propios conforman una receta brutal de la que hay que alejarse. Si
a esto añadimos un cuerpo de diez liberados salariales adscritos al presupuesto
municipal que asciende a más de 300 mil euros al año, y que como tales
funcional al servicio del que les paga, pues apaga y vámonos.
No hace falta ser Lenin ni Rosa Luxemburgo para ir
organizando YA la rebeldía ciudadana y democrática, pero siempre desde la ética
y la decencia política.
Por lo tanto, nerjeños y nerjeñas, con lo aquí descrito,
estarán de acuerdo en que Nerja necesita una enmienda a la totalidad.
Manolo Valero. Ex-concejal y militante de IULV-CA de Nerja
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