Nos enteramos por los medios de comunicación que el Sr. Olli
Rehn, comisario europeo de Economía, tiene un sueldo de 23.000 euros mensuales.
De igual forma, nos enteramos también que la Sra. Lagarde, la que manda en el
Fondo Monetario Internacional, cobra cerca de 29 mil euros al mes. Precisamente
esta casta es la que propone que bajen los salarios de los trabajadores
españoles un 10%.¿Es esto razonable?
Cuando estos datos informativos llegan a los oídos de los
mortales, la indignación, la impotencia y el cabreo de las gentes, me imagino,
tiene que ser terrible para cualquier persona que tenga sentido común, que
quiera a su país y, por ende, a su familia.
Lo que está claro es que estos salarios son un insulto al
género humano, a la ética internacional y a los sentimientos humanos más
profundos.
Llevamos diciendo y hablándoles desde hace muchos años desde
mi casa política que “un sistema financiero sin control, que sólo piense en los
números y en los balances de ganancias sin mirar en pensar en las personas, es
el que nos ha llevado ante el precipicio”.
En estos momentos, y creo que por muchos días los gobiernos
nacionales no quieren, no tienen fuerza moral y les da miedo a tomar medidas
políticas para detener esta codicia y avaricia en términos de sueldos de
grandeza que van ni más ni menos que contra la declaración de los derechos
humanos.
En España y en Europa, en muchas ocasiones perdemos la
memoria. Por eso, mi obligación como ciudadano internacionalista es refrescar
la memoria al conjunto de la ciudadanía nerjeña. Nunca debemos de perder la orientación de
donde vienen los problemas que nos imponen a las personas y a nuestros pueblos:
las políticas de la derecha neoliberal.
La orientación radica en la necesidad de pensar globalmente
para luego actuar localmente. ¿Os acordáis del “Tratado de Maastrich”? la gente
recordará que IU, con Julio Anguita a la cabeza, íbamos por plazas, pueblos y
capitales de España y Andalucía, informando y denunciando el complot
financiero-económico y social contra los pueblos de Europa que se estaba
perpetrando a través de dicho tratado por las políticas de derechas y
neoliberales.
Se trataba sencillamente de socializar las pérdidas del
sistema financiero y privatizar los beneficios de la mayoría social de mi país,
que se llaman trabajadores, autónomos, profesores, médicos, técnicos,
jubilados, juventud, sanidad, educación, formación profesional, niños… hemos
sido todos expoliados, y todo lo que falta está en los paraísos fiscales.
Durante años, la burbuja inmobiliaria nos quitó y nos robó
derechos laborales, e incluso inventó un lenguaje falso contra aquellos que
defendíamos la razón y la verdad. El espesor de los corruptos tapaba la verdad,
la ética política y las legalidades urbanísticas y esto ha ocurrido desde
Bruselas a Nerja.
Y ahora, ¿qué hacemos? Por principios democráticos y
ciudadanos, no bajar la guardia; mantener la cabeza firme y con los ideales de
solidaridad y compromiso con los ciudadanos limpios y buenos.
Desde Bruselas a Nerja, la llamada socialdemocracia europea,
es decir, los partidos de corte socialista, han jugado peligrosamente con las
políticas neoliberales en el marco europeo, y todos y todas estamos
perjudicados por las aguas torrenciales de la derecha, pero porque antes se les
preparó el camino al poder.
Por consiguiente y durante años, desde Bruselas a Nerja se
han apoyado estas fórmulas en contra de la “Europa Social y sus pueblos”, y el
espesor de los árboles podridos no nos ha dejado ver el bonito bosque, lleno de
agua limpia y fresca. Por lo tanto, debemos de aprender la lección y no caer al
suelo nunca más.
Nadie puede negar que son las prácticas de las políticas de
derechas las que nos han llevado desde Bruselas a Nerja a que gran parte de la
sociedad esté empobrecida y precaria, mientras en cambio suben los beneficios
de los más poderosos y las empresas del IBEX, o lo que es lo mismo, los
defensores de la codicia y la avaricia en términos económicos.
La llegada del PP al
poder absoluto en España y su primera medida de Reforma Laboral ha significado
que partir de ese momento se haya perdido lo avanzado en casi 50 años de las
luchas y sacrificios de nuestros padres y abuelos en materias socio-económicas.
Luego entonces, una alternativa real es nuestro “voto”. Si a
estos desmanes no se les pone coto, desde Bruselas a Nerja, el problema no
sería de la derecha neoliberal en un futuro, el problema pasaría a ser nuestro,
es decir, sería “de clase”. El sufrimiento de la gente, de la juventud, de los
pensionistas, el problema de la sanidad, de la educación,.. tiene nombre y apellidos,
y se llama “Neoliberalismo”, que es igual a Partido Popular en España.
Todavía estamos a tiempo, nerjeñas y nerjeños, de recobrar
la confianza en nosotros mismos, porque esa confianza debe de radicar en que
todavía quedamos mujeres y hombres que somos “incorruptibles”; lo fuimos contra
el franquismo, en la Transición, y lo seguimos siendo en esta democracia que ha
sido aplastada por la mentira, la especulación y la corrupción política y
económica.
Tenemos que volver a empezar, pero todos y todas con más
experiencia y con la lección aprendida. Valga ese esfuerzo a favor de los
abuelos, niños y personas dependientes, que son los más débiles en este
sistema.
Manolo Valero. Ex-concejal y militante de IULV-CA de Nerja
No hay comentarios:
Publicar un comentario