Un cambio imparable

Aún queda camino largo por andar en las acciones que nos lleven a un sistema de verdadera igualdad entre hombres y mujeres. Después de un período oscuro de 40 años, donde se vinieron abajo los logros alcanzados por el esfuerzo de muchas mujeres y hombres en la II República, como el derecho al voto de las mujeres, el impulso en la educación del conocimiento, los avances en materia legislativa, ó la separación efectiva de poderes, se ha alcanzado un nivel cada vez mayor de igualdad de género. Pero todavía resulta insuficiente, puesto que queda triste constancia de que el pensamiento del sistema patriarcal, donde existe un control marcado por la fuerza, sigue siendo dominante en nuestro contexto sociológico y cultural. Demasiadas mujeres viven con miedo el devenir de unas vidas que por un tiempo estuvieron unidas a quienes ahora nos las dejan respirar, a quienes las insultan y acosan desde un estado enfermizo y equivocado de propiedad.

El sistema de patriarcado, que imposibilita la ascensión de poder de la mujer en todo estamento, es el mismo que impide la verdadera igualdad en la condición humana. La fuerza, ya sea bruta o económica, prevalece sobre el pensamiento y las cosas se hacen así “porque me da la gana”. Sin embargo, el cambio ya ha comenzado y es imparable.

¿Qué propuestas consideras importantes para el desarrollo de un sistema de igualdad que salte de la teoría a la práctica? ¿Consideras, si eres mujer, que te la sociedad da las oportunidades necesarias para sentirte realizada? Contamos con tu opinión.

 Recomendación: La mujer, cosa de hombres (de Isabel Coixet)