viernes, 20 de mayo de 2011

La jungla de cristal 3



John McClain, es un tipo duro, un autentico héroe americano que sólo hace las cosas porque alguien tiene que hacerlas. Es algo ignorante, como los demás policías de nueva york, pero él posee una intuición visceral profunda que le hace darse cuenta de lo que realmente subyace a los problemas. Mientras es acosado por un villano que aparentemente busca venganza, obligándolo a realizar temibles pruebas por la ciudad más  caótica que el cine puede dibujar, el detective McClain no tarda en darse cuenta de que todo forma parte de una distracción. Una maniobra inteligente para mantener distraída a toda la policía de la ciudad mientras roban en el banco de la reserva federal. John no atiende a posibles móviles ideológicos, ni a análisis psicológicos, simplemente no se deja distraer porque su intuición le hace ir directamente al interés económico, sabe que lo único que quieren es robar el oro.

Si pidiéramos al detective McClain un análisis de nuestra sociedad y de todo lo que está pasando en nuestros días, con las crisis, el paro, las guerras y las constantes amenazas terroristas, seguramente diría que todo es sólo una distracción, una maniobra para entretenernos y mantenernos distraídos mientras roban al pueblo. Así, mientras estamos ocupados con tanto ruido y el circo de los medios de comunicación, nos han robado los derechos sociales, el dinero público, han privatizado todo lo que teníamos, nos han quitado el futuro y a muchos también su casa y su presente, además de que van directos a quitarnos la seguridad social y el acceso a la educación como han hecho con la jubilación. Y no se engañen, el gobierno no hace nada para crear empleo, esperan que lo hagan las mismas empresas que están despidiendo trabajadores a miles.
 McClain debería investigar y pillar a los malos. Para saber quien ha sido deberíamos mirar los bolsillos de todos, excluir a los que tienen los bolsillos vacios, y nos quedarían sólo los culpables con sus bolsillos llenos a reventar, con sus grandes cuentas en paraísos fiscales y paseando en sus barquitos.

Es posible poner en duda el método de John.  Para el que no se crea que lo están distrayendo recomiendo ver jungla de cristal 4, en la que se explica con más énfasis que es eso de distraer para robar. Eso sí, no intenten hacer en su casa las volteretas que salen en la película, sin duda John ha seguido un entrenamiento especial.

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